Libro grande de los pequeños
En el soleado Camagüey, donde el arte y la imaginación intentan formar parte del paisaje cotidiano de la ciudad, un grupo de niños vivió una experiencia de verano lleno de magia y creatividad en un taller con la escritora Niurki Pérez García.
Ella no solo escribe historias hermosas, sino que también dedica su tiempo y energía a inspirar a las nuevas generaciones. Su compromiso con la educación y el desarrollo de la infancia es invaluable para el crecimiento personal y artístico.
A través del taller abrió una ventana para apreciar cómo palpita el corazón del proyecto “Buya”, donde Niurki en su casa crea libros artesanales con materiales reciclados. Esto último fue un puente con el proyecto Cartón Creativo, liderado por el artista visual y profesor José Antonio Hechavarría.
Hacer el “Libro grande de los pequeños” fue mucho más que un espacio para crear el libro artesanal. Los martes y jueves, durante dos semanas y con unas tres horas por sesión, se reunían en la sede de Cartón Creativo.
Por las imágenes y el relato de los participantes, cada día con Niurki era como llegar a una fiesta. Antes de empezar a trabajar, los motivaba con narraciones o juegos que los preparaba para la aventura literaria.
Escucharla es inolvidable por su capacidad para dibujar historias llenas de color y personajes encantadores que llevan a lugares inesperados. Así, el ambiente quedaba impregnado de entusiasmo y expectativa.
Divididos en varios grupos, los niños exploraron una variedad de cuentos escritos por Niurki, como “La Mancha”, una fascinante historia sobre una mancha que caía en un papel blanco y descubría su propia belleza y poder transformador.
Me detengo en este relato porque fue el que tocó a mi niña. Casualmente, en la última edición de junio del periódico Adelante de papel, lo publicamos en una de las secciones de la página especial de cultura La Hendija.
“La Mancha” tiene una hermosa moraleja sobre la aceptación personal, la importancia de la autoestima y la creatividad. La mancha, inicialmente rechazada y temida por los demás elementos en la página, descubre su propio valor.
Después de las historias y los juegos, llegaba el momento de crear: dibujar, recortar, pegar… Niurki guiaba con paciencia y aliento, animándolos a expresar sus ideas en cada página.
Los niños mostraron con orgullo sus avances y los familiares compartieron emociones. El taller se convirtió en una celebración de la imaginación y la colaboración, una temporada de descubrimientos y amistades.
En el cierre del taller, José Antonio destacó la oportunidad para los pequeños de aprender de una de las escritoras más reconocidas de Cuba. La despedida estuvo marcada por un fuerte aplauso hacia los pequeños artistas y hacia todos los involucrados.
Niurki, conocida por su dedicación a la literatura infantil y sus innovadores métodos educativos, expresó su gratitud hacia todos los padres, abuelos y familiares que apoyaron a los niños durante el taller.
Su objetivo no era solo enseñarles a hacer libros, sino también inspirarles a valorar el trabajo artesanal y el esfuerzo detrás de cada página escrita e ilustrada.
Es maravilloso que los niños hayan podido explorar y expresar su interpretación de la historia a través de ilustraciones y trabajo manual. Esta experiencia es solo el comienzo de un viaje creativo y exitoso para ellos.
Mi niña está feliz porque conoce a Niurki. Hemos leído y disfrutado juntas otros textos suyos como “El bebé más lindo del mundo” (Ed. Gente Nueva), sobre un niño rescatado de un basurero y salvado por un fantasma; y el minilibro “La negrita Cucumbé” (Ed. Ácana), acerca de otro personaje carismático.
Admiro cómo Niurki, a pesar de los avatares de su realidad cotidiana, ofrece una perspectiva sobre la vida y la superación de adversidades. A bordo de la nave de la fantasía explora temas profundos y complejos.
Quizá no resulta muy conocido que a la par de la escritura, se ha dedicado a fabricar libros de manera artesanal, también como una forma de transmitir sus propios ideales y sueños para la literatura. Es loable, especialmente por la perseverancia frente a las dificultades con las editoriales tradicionales.
Lo anterior explica la fundación del proyecto Buya. El vocablo significa “bueno” en aruaco. Ha sido una extensión natural de su filosofía y práctica como promotora de la importancia del arte manual y la creatividad sin límites.
Con la inspiración de Niurki, el estímulo de Cartón Creativo y el apoyo de la familia, me atrevo a afirmar que los niños seguirán atentos con la pasión por la ilustración y la literatura.
Mi hija me ha resumido el aprendizaje de “Libro grande de los pequeños”, con la enseñanza del relato que trabajó: cada mancha en la vida tiene el potencial de convertirse en algo hermoso.
Así, en la calurosa ciudad de Camagüey, Niurki, el grupo de niños y un taller de verano dejan una huella brillante como prueba de que los sueños y las historias pueden unirnos y transformarnos para siempre.
Por Yanetsy León González/Adelante
Foto: Cortesía de José Antonio Hechavarría