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martes, diciembre 03, 2024

Gratitud para los maestros

Intentaron mantener a Reinaldo Echemendía Estrada al margen de la organización de la jornada por sus 50 años de vida artística, pero transformó lo que parecía un elogio exclusivo para él en la ofrenda a sus maestros.

La foto de portada de esta nota ilustra uno de los encuentros más entrañables, donde aparece el anfitrión con rostro de modesto aprendiz que sigue escuchando a María del Rosario Hernández, su profesora de Historia de la Música en el Instituto Superior de Arte, y al trombonista Alfredo Batista.

Otro de sus referentes, Alfredo O´Farrill, Papá Changó o el Changó de Cuba, también está en Camagüey para compartir esta salutación de la danza folklórica, gestionada desde el Consejo Provincial de las Artes Escénicas.

La jornada “Medio siglo de arte y folklor” comenzó ayer con un conversatorio dedicado a la impronta pedagógica de Reinaldo Echemendía Estrada, a quien varios discípulos coincidieron en que la palabra maestro está hecha a su medida.

“Mi única forma más grande de gratitud es no traicionar el legado que pusieron en mis manos”, insistió poco antes de aconsejar humildad, inteligencia, conciencia y respeto por los maestros, todos sus maestros desde la infancia.

Wilmer Ferrán, miembro del Ballet Folklórico de Camagüey (BFC) antes de fundar Rumbatá, recordó que Echemendía le inspiraba respeto desde que era alumno de ballet del nivel medio y no imaginaba el vínculo posterior.

El saxofonista Aníbal Hernández relató con orgullo el largo trayecto que lo ha acompañado; y Yanixe Jiménez, primera bailarina del BFC, atribuyó el desarrollo técnico, artístico e intelectual, al impulso recibido por él a metas altas.

El joven bailarín Isnel Almeida contó de su trabajo de diploma para alcanzar el título de universitario, precisamente con el tema de la trayectoria de Echemendía, y afirmó: “para mí es un artista de nacimiento con el don de la pedagogía”.

Elsa Avilés, quien lleva en la compañía 32 años y comparte con él la vida personal y la social: “No es el artista, es el hombre, una persona muy sensible. No se cree poseedor de nada. Todo lo comparte. Si algo tiene de la cultura africana es que no se puede quedar nada, todo hay que legarlo”.

El programa del día prosiguió en la tarde con una presentación del Ballet Folklórico de Oriente en el Teatro Avellaneda; y en la noche con un recital de música de Echemendía, la mayoría con coreografía, interpretada por la orquesta del BFC y el Cuarteto de Saxofones Unión.

Por Yanetsy León González/ Adelante

Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera/ Bohemia