Feliz cumpleaños al Coro de Camagüey
El Coro Profesional de Camagüey hoy cumple 60 años. Con ese pretexto ofrecerá un concierto en la sala José Marín Varona, a las 8:30 p.m. Será una noche de duendes y de ángeles, de cantares y sentires desde esta ciudad.
Saber dominar un instrumento que se lleva por dentro es una de las virtudes que atrapan del conjunto fundado el 12 de noviembre de 1961. Aunque incompleto, sigue sorprendiendo por la potencia y las magnitudes de su talento y de su entusiasmo.
Teresa Romero se vinculó desde estudiante y está en plantilla desde 1991. Se hizo arreglista y sigue con humildad de aprendiz. Ella agradece las lecciones de cada directora, de la experimentada Emilia Díaz a las jovencitas que le sucedieron, todas con talento innato para identificar a cada corista.
“Anaday Díaz, matancera, Título de Oro, me enseñó a abrir la base de la garganta; por eso puedo cantar en el Dúo Voces como segunda voz, el bajo, los graves. Por Lena supe elevar el sonido y lanzarlo como los líricos”, explica.
Menos tiempo lleva Denysse Guevara Fonte, quien al egresar del nivel medio empezó a simultanear en la agrupación con la docencia en la enseñanza artística por la asignatura de coro en el plan de estudio, y porque de ahí ella salió.
“El Coro es una gran escuela y una familia. Te ayuda a ampliar tu sonoridad, a expresar en conjunto. Hay compañeros con proyectos en escuelas de la enseñanza general. Queremos que la música coral no muera”, insiste.
DIRIGIR EN EL SIGLO XXI
La holguinera Lena Lauzao Rosales dirige el conjunto camagüeyano desde hace dos años, al radicarse en la ciudad. “Me encantó el material humano y técnico que vi”, cuenta quien ha sumado música antigua y contemporánea del siglo XXI.
Al repertorio de temas del Renacimiento, del Barroco y de compositores latinoamericanos de la pasada centuria incorpora partituras de Guy Forbes, Morten Lauridsen y Eric Whitacre; y de los cubanos Guido López-Gavilán, Wilma Alba, Yaniel Hernández y Keyla Orozco. “Hasta ahora hemos ido buscando obras que sean un reto”, enfatiza.
─ ¿Cómo fluye y se logra encontrar lo valioso entre tanta información que hoy circula?
─ Acceder a estas partituras es complicado. No disponemos de un sistema para comprar online y hay muchas restricciones de los arreglistas. Es complicado que nos llegue una obra de estreno, a no ser por encargo, pagando, o por el interés de los jóvenes en probar su música. Hemos tratado de tirar de las relaciones con maestros y directores como Alina Orraca y María Felicia Pérez, para tener más con qué trabajar y mantener fresca la información.
─Una muestra de fraternidad musical apreciamos a través de las redes sociales, en la gala dirigida por Fernando Medrano…
─ Fue increíble la respuesta del Coro Nacional, del Coro Entre voces, del Exaudi, sin una relación directa. Con cariño nos enviaron sus materiales y mensajes, manifestaron el deseo de venir, entre ellos, Sine Nomine. El movimiento coral cubano publica en una página en Facebook, pero sigue el problema del intercambio presencial. La última experiencia para Camagüey fue en la Jornada Coral Ávila, por gentileza del Coro de Ciego de Ávila en abril del 2019.
─Para registro y promoción, ¿qué les impide grabar en el Estudio Caonao?
─Tenemos un long play de 1981. Gracias a eso quedó plasmado el sonido en ese momento, el pensamiento de una generación. Es un disco importante porque el Coro ha sido parte del ADN de la cultura del siglo XX camagüeyano. Sería maravilloso que interesara a alguna disquera un proyecto con el desarrollo de la agrupación al cabo de 60 años.
─Nadie queda indiferente a cómo “suena” el inmueble de la calle República entre Francisquito y San José, ¿cuánto más sueñan para el espacio?
─Tenemos la suerte de tener una sede. Queremos hacerla un centro coral, atraer público, hacer conciertos pero faltan condiciones. Hemos logrado actividades con niños, conciertos didácticos en escuelas para reavivar el movimiento coral. Antes había un movimiento de aficionados poderoso. También estrechamos relación con el Centro Provincial de Casas de Cultura.
─¿A qué atribuye la dificultad para fomentar una cantera propia?
─Influyen varios factores: no hay un nivel elemental de canto coral, ni una escuela de canto. Además, la pandemia detuvo el proceso de contrataciones. Tenemos esperando a jóvenes con muchísimo potencial. El Coro de Camagüey se ha caracterizado por un gran sonido. Es uno de los más numerosos de Cuba con una plantilla de 30 integrantes, aunque ahora solo tengamos cubierto 19.
“De manera empírica hemos llegado a las personas, sin que medie la crítica. El público nos ha visto y se ha sorprendido. A veces se piensa que el Coro es cosa rígida sin atractivos. Pasa por desconocimiento o porque no se le propone a la audiencia. Aspiramos para el próximo año, si todavía vale el aniversario, culminar un documental, llegar por gira a otras provincias y ofrecer una gala con varias funciones. El artista necesita público presencial”.
Por Yanetsy León González/Adelante
Foto: Leandro Pérez Pérez /Adelante