Literatura para jóvenes, algunos retos desde la Carpa
En reiteradas ocasiones hemos escuchamos la frase de que la juventud de ahora no lee. ¿Qué tan cierta es esta afirmación y cuáles son los retos para atraer a lectores de este grupo etario? Esas interrogantes fueron el punto de partida para un conversatorio desarrollado este viernes en la Carpa de la Reina, como parte de la 32da Feria del Libro en Camagüey.
Moderado por la periodista Gretel Díaz, jefa de las secciones de Crítica e Investigación y Literatura, en la filial agramontina de la Asociación Hermanos Saíz, y con la participación de los escritores Ariel Fonseca, Lioneski Buquet y Evelin Queipo, el panel intentó ilustrar sobre las maneras y temas adecuados.
El espirituano Fonseca aprecia que los jóvenes sí leen, pero principalmente posts en internet, comentarios o textos comerciales. Es del criterio de que necesitan consumir una literatura más pensada e inteligente. A la hora de escribir, confiesa que no lo hace pensando estrictamente en si será para niños, jóvenes o adultos: «Trato de anotar e ir construyendo las ideas e historias en el momento que se me ocurren, luego toca organizarlas en el papel y decantar hacia que público va».
Con sus propios ojos, Lioneski ha visto que sí existe interés por leer en la juventud cubana. Trabajó varios años en una céntrica librería en Ciego de Ávila, y la mayoría de las personas que se acercaban eran jóvenes.
«Si bien lo hacían para buscar títulos muy conocidos como Cumbres Borrascosas, la saga de Harry Potter, e inclusos clásicos de la literatura nacional, algunos me pedían que les sugiriera lecturas».
Observa que en los temas a tratar, a veces los mismos autores son quienes establecen tabúes, y en su caso opta por escribir lo que le gustaría leer. Intenta redactar con un lenguaje lo más interesante, ocurrente y fresco posible.
«No me importa utilizar ningún medio, por muy ridículo que parezca, para atraer lectores, intento seducirlos con cualquier cosa», confesó Evelin Queipo, quien relató anécdotas de algunas de sus ocurrencias con las que ha logrado llamar la atención de las personas.
«Es más complejo con los jóvenes que con los niños, pues llevan más años en el mundo, enfrentados a cosas o temas que les gustan o disgustan basados en experiencias anteriores».
Se refirió además a otros temas que influyen también como la selección de los libros que se publican, las ilustraciones, cubiertas, tamaños y títulos. Si bien es cierto que aún hay mucho por hacer para lograr un mayor interés de los jóvenes en la lectura, el espacio sirvió para reflexionar y analizar maneras diferentes de atraerlos y seguir fomentando este hábito.
Por Luis Adrián Viamontes Hernández/ Adelante
Foto: Víctor Pando González/AHS