Emilio Ballagas: el poeta-maestro que regresa en noviembre
Por estos días, la figura de Emilio Ballagas regresa en espíritu, guiando la edición del Premio Nacional homónimo, un evento inicialmente previsto para principios de noviembre pero pospuesto a finales de mes.
Nacido el 7 de noviembre de 1908 en Camagüey, Ballagas comenzó su carrera literaria muy joven, cuando aún era estudiante de Pedagogía en la Universidad de La Habana.
Forjó una conexión profunda entre la poesía y la educación, desempeñándose como maestro en la Escuela Normal de Santa Clara y luego como su director.
Este enfoque docente y su perspectiva espiritual sobre la poesía —“una disciplina humilde, un hecho humano”— se ven reflejados en sus obras para niños, como Canción de los números y La ele.
Con estos textos, Ballagas acercó el aprendizaje a los niños de una forma mágica, presentando números y letras como personajes vivos y llenos de carácter.
En el poema La ele, juega con el sonido y la forma. Convierte la letra en algo más que un simple símbolo. Aquí va un breve fragmento para dar una idea de su estilo, lleno de ternura y musicalidad:
“Tierno glú-glú de la ele,
Ele espiral del glú-glú…”
Con su característico estilo lúdico, el poema explora las posibilidades de la palabra y el ritmo. Así lleva a los niños a un universo de sonido y movimiento, donde la poesía se convierte en una experiencia sensorial.
Este y otros escritos para niños reflejan su creencia de que la poesía debe “llamar con la más tierna de las voces”, una voz que resuena este año en la dedicatoria del concurso, centrada en la narrativa infantil.
El Comité Organizador del Premio Nacional Emilio Ballagas pospuso la trigésima edición, originalmente prevista del 5 al 7 de noviembre, a los días 25, 26 y 27 de este mes, para no dejar de honrar el legado literario ni la tradición cultural de Camagüey, reconocida como la Cuna de la Literatura Cubana.
La decisión responde a las circunstancias en la Isla, incluyendo las recientes afectaciones al sistema eléctrico nacional, los eventos climatológicos en el centro y oriente del país, y las incidencias en la programación y logística del evento.
Este tiempo adicional, sin embargo, solo enriquece la celebración del legado de Emilio Ballagas, permitiendo un espacio de mayor reflexión sobre su vida, su vocación y su entrega a la literatura infantil.
Por Yanetsy León González/Adelante