Portal Cultural de Camagüey

miércoles, diciembre 18, 2024

El zepelín de Camagüey

Andar más liviano que el aire es hoy una utopía. Sofoca el contexto en Cuba. Agosto quema. De un día a otro rompe récord la ya innombrable condición de la existencia. En medio del marasmo de quienes prefieren dejar que la rutina agonice, un proyecto de promoción del arte destella con los sentidos de un zepelín: el Café itinerante Confluencias de la Fundación Caguayo en Camagüey.

Este espacio para dialogar era soñado para el inmueble donde radica Caguayo en la calle República, sin embargo, casi al abrir sus puertas las inundaciones de junio pasado afectaron el edificio. Otra vez la labor de construcción alejó de concretar allí las buenas ideas largamente acariciadas.

Como el equipo liderado por Daimí Ruiz Varela tiene doctorado en trocar la desgracia en oportunidad, reinventó la propuesta y no fue lejos a buscar al primer aliado. Justo en la vivienda de al lado, en la Casa Madiba de Amaury Vázquez, encontró el abrazo para emprender el primer vuelo de una travesía cultural promisoria. En Madiba se consolida un ambiente de fraternidad e inclusión social único en la ciudad, a partir de principios básicos como la educación y el respeto al otro. En medio de un panorama con la ferocidad del consumismo, es raro encontrar un sitio de negocio privado que preste atención y fomente el arte, la comunicación y el pensamiento.

Si bien las artes visuales llevan el protagonismo, la música fluyó con rol destacado por el saxofonista Henry Hernández, quien en breve conversación, sin pretender dictar conferencia, dio clase de armonía y melodía al presentar el tema que tocaría de memoria o frente a la partitura, ya fuera de un conocido estándar, o por su manera de asumir el jazz sin considerarse un estudioso, también al compartir con un percusionista de la Maravilla de Florida y una bailarina del Ballet Contemporáneo de Camagüey.

Henry Hernández fue parte del performance de la jovencita Esther Licor al exponer sobre el cuerpo desnudo de una modelo sus dibujos anatómicos. Por algo así con más personas involucradas causó rubor meses atrás en la galería de su escuela, la Academia Vicentina de la Torre. Ella participó con esa muestra en el Salón de la Ciudad.

Precisamente, el prejuicio con el cuerpo fue de los asuntos debatidos en este Café Itinerante Confluencias, a partir del tema del arte contemporáneo. Llevó a los críticos Ernesto Escobar, Alfredo Fuentes y Liany Montalván a discursar acerca de esa etiqueta que condiciona de manera imprecisa la convocatoria para artistas desde Camagüey a Guantánamo al segundo salón René Valdés, de la propia Fundación Caguayo desde Santiago de Cuba.

Ver a Nazario Salazar y a Martha Jiménez, con humildad y modestia entre un público diverso sigue siendo una gran lección porque como artistas no andan en el dilema de ceder con su obra a las camisas teóricas, pero que estén dispuestos a escuchar a los especialistas y a respetar su profesión dice mucho de su generación, igual que de la responsabilidad de instituciones como el Fondo Cubano de Bienes Culturales y el Consejo Provincial de las Artes Plásticas.

Aunque de otras promociones más cercanas a nuestro tiempo estaban, callados, Nelson Miranda y José Antonio Hechevarría. En cambio, su silencio no podía ser más sonoro que un cascabel por la irreverencia con que impulsan a sus alumnos de la Vicentina con un proyecto artístico pedagógico nombrado Cartón Creativo. De ahí surgieron las pencas obsequiadas para abanicar la tarde y también la escultura Zeppelín LZ-CC-15-5-2023 con vientre premiado con caramelos como la más divertida y esperada piñata que funcionó como colofón de la tertulia.

El primer Café itinerante Confluencias deja un sabor agradable y necesario frente a la abrasadora circunstancia de estos tiempos. Estaremos atentos a la próxima escala porque sí, urge sacudir la mediocridad y la desidia, soltar las cargas del desgano y emprender ese viaje de humanidad que provee el arte en el camino de cultivar seres bondadosos, llenos de virtudes, plenos, en definitiva, livianos.

Por Yanetsy León González/Adelante

Foto: Tomada del perfil en Facebook