El disco de Liudmila Pardillo
Liudmila Pardillo está muy cerca de lograr el viejo sueño de un disco. En diciembre lo grabó en el Estudio Caonao de Camagüey, guiada por el maestro Joaquín Betancourt. Él es un productor musical de excelencia que ahora, en La Habana, encauza el proceso porque ha de estar listo este mismo año.
Adelante Digital llegó una noche al local de la calle Goyo Benítez, donde la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM) brinda servicios de registro sonoro. Eso es posible gracias al equipamiento donado por Manolito Simonet. El propio Manolito declaró en una ocasión a nuestro periódico que se fue de Camagüey, porque aquí no podía grabar su música.
LA VISIÓN DE JOAQUÍN
A partir de la puesta en marcha del Estudio Caonao, lo más urgente ha sido la gestión de proyectos. Su directora Heidy Cepero Recoder comenzó a aplicarlo con Liudmila en mente, cuando un día vio a Joaquín en una oficina de la EGREM.
“Quiero cooperar con Camagüey, integrarme a su movimiento cultural, y la manera más inmediata es poniendo en función mi experiencia en el mundo de la discografía. En Cuba hay un cambio de mentalidad en la industria fonográfica. Es mi misión cumplir con el propósito de promoción de la EGREM, y a la vez hacer buen arte”, aseguró el Premio Nacional de Música 2019.
Joaquín conoce a Liudmila desde hace unos 15 años, por un concurso de Cubadisco, denominado Mujeres en la música. Ella representó a Camagüey. El certamen incluía el compromiso de un disco con cada elegida, pero se incumplió.
─ ¿Cuál potencialidad siente en la voz de Liudmila?
─Cuando uno trabaja en serio con un cantante, un instrumentista o una agrupación, tiene que estudiarlo. Ha sido un trabajo de mesa de casi un año. Me siento muy contento porque es una artista brillante, disciplinada.
─Un disco tiene canciones, pero mirándolo en sentido general, como “obra redonda”, ¿cuánto puede transmitir esta propuesta?
─Erróneamente se cree que el productor es el mago con la varita. Un disco fantástico debe acompañarse con una buena gestión comercial. Implica una estrategia, que deben llevar Liudmila y las autoridades de la provincia. Hay que esforzarse para ganar la confianza en que Camagüey sabe hacer las cosas bien.
CUESTIONES DE SONIDO
Giraldo García Fernández retornó a su tierra con la misión de ser el ingeniero de sonido de este disco. Quedó fascinado por las condiciones del estudio y por la agilidad de todos los implicados porque los músicos llegaron con los temas aprendidos de memoria, con entusiasmo, alegría y conformidad.
“Me he encontrado con una tecnología suficiente para realizar este tipo de trabajo. Se adolece de microfonía en cantidad y quizás algunas cosas de un poquito más de calidad para cuestiones clásicas, pero lo importante es poner un poquito de amor, ingenio y voluntad”, insistió.
Aunque la tecnología cambie de manera acelerada, en esta profesión, enfatizó, no se puede estar detrás del último grito de la moda, sino concentrarse en aprovechar el recurso en función de la obra.
“En este espacio que no es muy grande ni tampoco chiquito, con un poco de esfuerzo se puede hacer cualquier tipo de formato, incluyendo el popular tradicional y la Sinfónica si se quiere, aunque sea por parte”, añadió.
Giraldo recomienda a los músicos de la región central del país un mayor aprovechamiento de esta oportunidad, por lo que intuye de su coterránea y compañera de aula: “Le auguro buena aceptación porque tenemos material de voz, calidad interpretativa y muy buenos arreglos del maestro Joaquín Betancourt. Liudmila tiene un nivel altísimo y le deseo todo el éxito del mundo”.
CERTEZAS DE LIUDMILA
No es la primera vez de Liudmila en un estudio de grabación. En este ya estuvo en el 2020 con el encargo de interpretar un bolero de Rafael “Papito” García para el proyecto Estrellas de Caonao (Vol. I), producido por Manolito Simonet.
“Un proceso discográfico es altamente trabajoso, estresante y más aún cuando yo me encuentro en Camagüey y el maestro en La Habana. El trabajo ha sido fuerte y de concentración en cabina porque estás perpetuando tu vida artística, está quedando tu huella. Debes ser valiente y certera a la hora de grabar”, afirmó.
─El estudio permite condiciones ideales. ¿Te sorprendiste al escucharte?
─Es impresionante. Reaccionas cuando te escuchas y de momento no te reconoces, pero ya después que va pasando el proceso de escucha, de limpieza, te adaptas.
─¿Cuál es tu idea con este disco?
─Hay que tener claridad en una cosa. EGREM comercializa, y eso influye al elegir repertorio. Escogimos temas de autores como Isolina Carrillo y Gerardo Alfonso. Rindo homenaje a Candita Batista y a las hermanas Fáez. Hago guaguancó con Rumbatá. Los arreglos han sido espectaculares.
Liudmila reconoce las coincidencias musicales con Joaquín. Eso explica la manera de fluir el proceso desde que el intercambio sólo era posible por la vía telefónica e Internet.
─Todavía falta para culminar el proceso, ¿tienes algún presentimiento?
─ Estoy altamente satisfecha de que mi primer disco tenga esta calidad, este contenido, este amor impregnado porque lo hemos hecho con sinceridad. Espero que sea del agrado, no sólo de Camagüey. Desde el Estudio Caonao, no digo yo, sino los músicos camagüeyanos podemos aspirar a los Premios Grammy.
Por Yanetsy León González/ Adelante
Foto: Leandro Pérez Pérez/ Adelante