Desde las letras, homenaje a Mella en Camagüey
El homenaje a Julio Antonio Mella, asesinado el 10 de enero de 1929, en México, tuvo particular trascendencia con la presentación de la primera edición cubana del libro Julio Antonio y Natasha Mella: Reencuentro al final del camino, de los escritores Adys Cupull y Froilán González.
“Este libro es una continuidad de nuestra obra, y tal vez sea el punto final a la parte humana de la vida de Mella, que llega hasta encontrar a su hija viva, residente en los Estados Unidos; y con quien establecimos una relación epistolar que nos permitió conocer otros detalles, especialmente de la familia materna camagüeyana”.
El libro es continuidad del titulado Hasta que llegue el tiempo, que contiene las crónicas escritas por el joven Mella en 1920, durante su primer viaje a México, cuando pretendía ingresar en el Colegio Militar de San Jacinto, para seguir los pasos de su abuelo, el patriota dominicano, Ramón Matías Mella.
Cuenta Froilán que “el libro fue enviado a Natasha Mella, quien vivió desde los primeros años después del triunfo de la Revolución hasta su muerte en los Estados Unidos.
“Cuando ella recibió ese libro nos hizo una carta de 18 páginas, diciendo que ese fue el reencuentro con su padre; porque siempre creció pensando que se encontraría con él en otra dimensión, después de su muerte; y por eso el libro se llama Reencuentro al final del camino”.
La primera publicación estuvo a cargo de la Editora Alternativa Periodística S.A. de C.V. de México, por lo que se requirieron los permisos correspondientes para su impresión por la Editorial Ácana de Camagüey.
La directora de la Editorial Ácana, Evelin Queipo, comenta que “así comenzó el proceso, a cargo de Manuel Montejo Lorenzo; y casi como una novela aparece Mella, el protagonista de la obra, asesinado en México y a quien Natasha solo conoció por las anécdotas, las fotos y las historias contadas por la madre, la camagüeyana Olivín Zaldívar Freyre.
“Con Adys Cupull y Froilán González aprendemos un poco más de la vida de Mella, de la familia y de otras personas vinculadas al líder estudiantil y comunista”.
Destacan los autores la similitud de dos camagüeyanas, que aunque separadas en el tiempo, vivieron semejantes avatares en las relaciones familiares con sus héroes, padres de sus únicos hijos: Carmen Zayas Bazán, con José Martí, y Olivín Zaldívar, con Julio Antonio Mella.
Por eso dice Adys, “le ha tocado a Camagüey esa suerte, de que Olivín inscribiera aquí a su hija, nacida en México; y ese es el arraigo de la tierra, de mujer camagüeyana; y ese es el espíritu que debe mantenerse; como antes lo hizo Carmen, quien enfrentó también en México las duras condiciones económicas del exilio junto a su esposo José Martí. Ese es un privilegio para las mujeres camagüeyanas, tener esos dos ejemplos”.
En la jornada de homenaje, los escritores Adys Cupull y Froilán González entregaron a la Biblioteca Provincial Julio Antonio Mella una colección de libros de la literatura universal, y el Código Náhuatl, donada por Rafael Carrillo, quien de 1924 a 1929 fuera Secretario General del Partido Comunista de México y amigo de Mella.
“Cien libros componen esa entrega, de los cuales algunos están en el Memorial del Che en Santa Clara, porque eran textos leídos por Ernesto Guevara en su juventud y que no estaban en el país; y los cedimos a Villa Clara; el resto, desde hoy engrosan los fondos de la Biblioteca Provincial de Camagüey, que lleva el nombre de Mella.
“Y además, traemos, los dos tomos del libro Doctores Honoris Causa de la Universidad de La Habana, de 1926 a 2016, del académico doctor Arnaldo Rivero Verdecia, quien lo envía a Camagüey, porque a Julio Antonio Mella Mc Partland, en 1996 le fue conferido, post morten, ese título honorífico, y aunque nunca llegó a concluir estudios, en la vida práctica fue un defensor de la justicia y del derecho de los pueblos”.
El homenaje a Mella devino emotivo reencuentro con la historia en Camagüey.
Texto y fotos: Miozotis Fabelo Pinares/ Radio Rebelde