De la vida en la escena
El dos de abril de 1974, Reinaldo Echemendía aplicó a una prueba de oposición para clarinete solista de la Banda de Camagüey. En aquel jurado estaban Alfonso Morán y otros maestros de la música camagüeyana.
Esta mañana, el músico, pedagogo, compositor, coreógrafo, director artístico e investigador rememoró aquel momento del sí que tomó como punto de partida para su línea de tiempo en la vida profesional.
Por tanto, Echemendía cumple hoy 50 años de trayectoria profesional. En el segundo día de la sesión teórica dedicada a enaltecer su obra, llegó emocionado porque en la madrugada lo despertó una serenata de mariachi.
La musicóloga Heidy Cepero hizo una semblanza a partir de datos del currículo y elogió su capacidad para traducir con el lenguaje de la ciencia lo que desde la práctica artística realiza; y el profesor Armando Pérez Padrón retrató la disciplina y el talento puesto en función de la cultura y de la Patria.
Lo que debía ser un panel para la densidad académica fue un tejido de afectos que muy en serio deja como tarea de investigación estudiarlo desde un equipo multidisciplinario con danzólogos, musicólogos y más.
Insistió en la misión asumida de influir en el respeto a la tradición y en ser agradecido, algo evidente horas después en la exposición Tributo, en la Galería Julián Morales de Camagüey.
Con curaduría, museografía, diseño y palabras al catálogo de Angel Olazabal Fariñas, muestra la vida en la escena (y viceversa) a través del Ballet Folklórico de Camagüey (BFC), aunque no solo con el patrimonio de la compañía.
Como parte de la acción performática de apertura, la orquesta del BFC interpretó la canción preferida del maestro que es Bésame, de Ricardo Montaner.
Echemendía dijo que se sabía un ser querido, pero no imaginaba cuántos lo apreciaban por la cantidad de personas involucradas en este evento de aniversario.
Prevista hasta el 4 de abril, la Jornada “Medio siglo de arte y folklor” permite salir al encuentro de modestísimas pero grandiosas figuras del arte folclórico como Alfredo O´Farrill, el Changó de Cuba.
Por Yanetsy León González/Adelante
Foto: Ángel Olazábal.