Como un todo con Ester Licor
Segundas revelaciones confirma un atrevimiento. Ester Licor Pérez quiere graduarse primero con el público y después con el tribunal de la escuela. Por eso suma al colectivo del periódico Adelante y su público al proceso de tesis para egresar de la Academia de las Artes Vicentina de la Torre. Ella tiene un objetivo: conmover.
La exposición puede considerarse una obra abierta en un camino infinito de búsquedas como artista. Todavía está sobre el punto inicial de la carrera, aunque ya es posible identificarla por la línea, los temas, la poética. En poco tiempo la hemos visto asomar en galerías y sorprender con oficio, con estilo.
Ester toma partes del cuerpo humano con una idea símbolo del microcosmos y el macrocosmos. Para ella el cuerpo no puede estar separado del alma ni del sentido del mundo. Aprendió la técnica de los libros regalados por amigos médicos. Sin dudas, conecta experiencias con legados. Antes los médicos creaban una imagen de la Anatomía a través del dibujo.
Delante de su muestra anterior, De Stelli Corporis Fabrica, profesionales de la Salud elogiaron aquellos dibujos anatómicos, el detalle al representar cada órgano, aunque su obra imaginativa va más allá de declarar maquinita perfecta al cuerpo humano.
Durante el proceso creativo se hace acompañar de un ouróboro, ese símbolo de la naturaleza cíclica de las cosas. Además del sedimento cultural como clave de su hogar, sale a relucir su propia cosmogonía. Con tinta sobre cartulina, Ester traza la anatomía común trastocada con temas bíblicos, mitológicos, como se evidencia en el Serafín, el monstruo Leviatán y su Tigre de Cuatro Cabezas.
También de aquella exposición parte la instalación en la actual con los atriles como sostén de bibliografía médica y dibujos de pequeño formato que hace en una hora y media. En las piezas de mayor formato tarda unos tres días. Trabajó este conjunto en las madrugadas cuando no había apagón y el esfuerzo de la vista la obligó a cambiar de espejuelos.
Hay irreverencia en su manera de poner a circular la obra como experimento social. Para un Salón de Estudiantes dibujó sobre modelos vivos. En efecto, estos dibujos aluden al tatuaje. Además, las líneas delatan su condición de bocetos para grabado. Lo próximo, nos cuenta Ester, será volver al cuerpo. Aspiramos, como ella, que en las sucesivas revelaciones cada persona se encuentre en su obra con la mente y el cuerpo unidos como un todo.
Por Yanetsy León González/ Adelante
Foto: Yoel Benítez Fonseca/ Adelante