Camagüeyanos en concierto de aprendizaje y goce
Aquel era un día especial. Todos en Ciego de Ávila esperaban la llegada de los músicos camagüeyanos que iban a inaugurar la X Jornada de Concierto, prevista del 27 al 29 de noviembre.
En la sede provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) se organizó un programa donde la música estuvo a cargo del profesor de trombón y solista de la Sinfónica de Camagüey Roger Meriño, con una obra de Leonard Berstein.
Asimismo, el estudiante de guitarra de la Escuela Vocacional de Arte (EVA) avileña Nirivany Sánchez Pérez, interpretó obras de Gaspar Sanz y Eduardo Martin. Igualmente se presentaron un video de la orquesta de clarinete virtual CLARICUBA, y el libro Guía armónica de la guitarra popular, de Antonio de la Cruz Sánchez.
El evento de este año estuvo dedicado al siglo del natalicio de César Alberti Orozco, a los más de 100 años de creación de las bandas de conciertos de los municipios de Ciego de Ávila y Morón; y a los 20 años de carrera artística de la pianista concertista Yanet Pérez Diago. Esta última, actual integrante del Dúo A Tempo junto a la maestra Amalia Marín Moares, organizó un concierto vespertino en la EVA Ñola Sahig, y para la celebración invitó al maestro Eduardo Campos, director de la Orquesta Sinfónica de Camagüey con algunos músicos de la misma agrupación.
El concierto comenzó con la Romanza de Carlos Guastavino, compositor del llamado nacionalismo romántico argentino. En esa obra concebida para dos pianos se aprecian elementos rítmicos y melódicos de la milonga y el tango con un gran lirismo logrado en el tratamiento de la armonía y cromatismos, además de utilizar acordes sobrecargados de ocho sonidos que agranda la sonoridad.
La segunda obra fue Sonata de un solo movimiento de Bredrich Smetana, compositor conocido como el padre del nacionalismo checo. Hasta Ciego llegaron además la pianista camagüeyana Preciosa Tey y la tunera Yarelis Roselló porque esa obra fue concebida para ocho manos, es decir, dos dúos de piano. En ella resalta un tema principal muy enérgico de gran complejidad rítmica que va pasando de forma escalonada por las diferentes pianistas como un diálogo. Es además una música cameral con pensamiento orquestal donde cada una tiene un papel protagónico.
Fue todo un reto para las intérpretes que por primera vez se enfrentaron a una obra que requiere de un gran empaste y coordinación que lograron, a pesar de no haber podido ensayar por la lejanía en que viven.
Como intermedio del concierto se disfrutó de Invención de Jiri Dvóraceck, interpretada por el Dúo de la estudiante de cuarto año de piano Preciosa Tey y el trombonista Roger Meriño. Este último sirvió de versátil narrador para la siguiente obra que convirtió al concierto en un verdadero Carnaval de los animales, obra del compositor francés Charles Camille Saint-Saëns. Esta suite musical de 14 piezas forma parte del programa de Apreciación Musical de quinto grado en la enseñanza elemental en Cuba, debido a su carga programática.
La descripción sonora se logra con una técnica pianística difícil, cargada de grandes arpegios, escalas glissandos y secuencias de terceras que refuerzan en los oyentes la imagen de los animales que se caraterizan en la obra: león, tortuga, canguro, cucú-pájaros, peces. Un dato interesante en esta exposición zoológica es que Saint-Saens hace una personificación de figuras del arte como los pianistas y los críticos (personajes de orejas largas) a manera de sátira.
El intercambio entre estudiantes y profesores, la mayoría de la Universidad de las Artes, ISA filial de Camagüey, constituyó una clase magistral donde el derroche cameral interpretativo, la selección de un repertorio exclusivo para dos pianos y el disfrute de profesionales de la Orquesta Sinfónica de Camagüey, lograron mantener atentos al más difícil de todos los públicos: los niños. ¡Sin dudas una jornada de aprendizaje y goce!
Por Heidy Cepero Recoder/ Musicóloga
Foto: De la autora