Artesanía, regalo y polvareda
Asegura Patricio Frómeta, el artesano habanero de la marca Solaris, ahora con la Mipyme Zona K’liente, que Camagüey es la mejor plaza en Cuba para la gestión de feria. Su buena opinión está motivada por el vínculo con el público y la hospitalidad del colectivo del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), porque si dependiera de las insufribles condiciones del lugar, otro gallo cantaría.
El Recinto Ferial sigue en remojo, en esta ocasión debido a la polvareda en los pabellones que tiene con malestar o a punto de enfermar a los más de 40 expositores, quienes permanecieron allí desde las 10:00 a.m. hasta las 7:00 p.m. En cada edición acumula manchas al expediente, y ya resulta contraproducente que no acabe de cuajar en correspondencia con su inversión millonaria.
A pesar de eso, hasta ayer funcionó la Feria de Artesanía y Regalos 500+, con la oferta de artesanos, trabajadores por cuenta propia y Mipymes de La Habana, Artemisa, Cienfuegos, Villa Clara, Ciego de Ávila, Las Tunas, Holguín y Camagüey. Hay variedad, calidad y piropo a precios con las ganas de llevar a casa tal o más cual producto si el dinero no se escurriera en el pan de cada día.
Precisamente en la retroalimentación la habanera Yadira Baeza encuentra las razones para regresar con sus conjuntos en piel de cartera o mochilas y calzado. Aunque no es donde más vende, sí es donde más se nutre por el público conversador y culto que la reta a superarse a ella misma.
Los ceramistas Ingrid Carrasco y Yuri Vidal también aprovechan el evento para salir del taller en San Clemente 334 con el afán de compartir con amistades y colegas. Cada año amplían la variedad de formatos de sus piezas, tanto las esmaltadas como las policromadas con mates, una pelea camagüeyana contra los “demonios” de los brillos, los plásticos y el mal gusto.
Es una pena que no encontremos muchos artesanos camagüeyanos en este espacio de socialización que sí aprovechan emprendedores como Gemilys Jiménez Álvarez, del Proyecto Qué Negra! con su línea natural para el cabello afro; o de la Mipyme TalSabe con infusiones, conservas y condimentos.
De la capital viene por primera vez el diseñador de modas Juan Carlos López Hernández, con una oferta variada aunque con énfasis en la ropa vaporosa adecuada para andar con elegancia y comodidad en Cuba. Por pensar en la persona y no en el estereotipo, gana siempre las palmas una fundadora de “Arte 500+”, la artesana Isabel Cristina Curbelo Ferrán con el proyecto Vestir la edad, para mujeres que pasan de los 50 años.
A la familia Frómeta le ha ido muy bien en la feria, porque al diversificar su oferta ofrece soluciones de alta demanda que pasa por ropa, bolsos, utensilios para la casa, alimentos y material escolar. Si bien su marca Solaris no siempre es la cara de lo que venden, tampoco ser Mipyme es el “paraíso”, porque Zona K’liente depende de las importaciones y un barco se le demora hasta tres meses, pero ahí sigue, sin miedo al éxito y con la mayor estima para la feria de Camagüey.
El evento otra vez convocó a una ronda de negocios que, lamentablemente, no tuvo la participación deseada de empresas. Con la Feria de Artesanía y Regalos 500+ comienza el programa por el aniversario 35 de la filial del FCBC. Ojalá esta celebración acerque y consolide los caminos del bienestar y la prosperidad de creadores, empresarios y públicos, como se aspira este 13 de febrero con la expo venta de artes visuales en el Hotel Santa María, colaboración del Fondo con el Ministerio de Turismo.
Por Yanetsy León González/Adelante
Foto: Alejandro Rodríguez Leiva / Adelante