Amalia Simoni y el museo de la familia camagüeyana
La grandeza de Amalia Simoni Argilagos no estuvo solo en el amor de Ignacio Agramonte, héroe epónimo de Camagüey, sino en la capacidad para valerse por sí misma ante las presiones de la época. A 103 años de la muerte, el museo creado en su casa natal abre una jornada prevista hasta diciembre.
Los contemporáneos elogiaron la voz de soprano y los estudiosos han destacado la presencia de la música hasta el último aliento. Cuentan que falleció en La Habana, en la noche del 23 de enero de 1918, recostada en un sofá mientras la hija Herminia al piano la complacía con una pieza de Chopin.
En testamento solicitó el reposo definitivo en el Cementerio de Camagüey, cerca de la tumba del padre y de donde podrían estar esparcidas las cenizas de su amado Ignacio. Fue la líder Vilma Espín quien realizó esa voluntad, el primero de diciembre de 1991.
“Es un deber sagrado que cumplimos los cubanos, en unir simbólicamente sus restos con los de su compañero Ignacio, que en algún lugar de esta vasta tierra yacen desde su muerte en combate”, expresó la fundadora de la Federación de Mujeres Cubanas.
Con imágenes del arribo de los restos al territorio, y del emplazamiento en el nicho número 12 de la calle principal del camposanto, comienzan hoy las acciones por el aniversario 30 de la Museo Quinta Simoni, inaugurado como centro histórico cultural por la propia Vilma Espín, también en aquella ocasión.
Mis tesoros bien guardados han nombrado la serie de publicaciones para las redes sociales, destinadas a la promoción de las colecciones y de los valores arquitectónicos del inmueble, Monumento Nacional.
Entre las 1470 piezas del fondo está una bañadera de mármol de Carrara, objeto original empleado en el rodaje de la película El Mayor (Cuba, 2020), obra póstuma de Rigoberto López. Confirió gran peso de la trama a la vida y los sobresaltos de la pareja de Amalia e Ignacio.
La museóloga Ederlins Dodier Hernández mencionó a Adelante Digital como principales objetivos de la institución para el 2021: profundizar en la investigación de las colecciones, proseguir con la restauración de piezas, actualizar y perfeccionar el sistema de documentación y comunicar el quehacer del colectivo mientras el museo permanezca cerrado al público.
Herederos de la familia Agramonte-Simoni vendieron la casa a Federico Salvador Arias, padre de Dolores, casada con Medardo Lafuente. Ambos tuvieron descendientes con arraigo, como la nieta Alma Flor Ada, relevante escritora radicada en Estados Unidos. Gracias a su donación del plano original de la vivienda, pudo restaurarse un inmueble con múltiples valores patrimoniales.
Por Yanetsy León González/Adelante
Foto: Leandro Pérez Pérez/Adelante