Alfredo Fuentes entre ceja y ceja
Alfredo Fuentes tiene mala fama. Critica todo. Que si puso tal cosa en Facebook, se escucha por algún que otro pasillo. Saca cada argumento debajo de la manga, casi siempre dificilísimo de refutar. Pero no adopta la postura cómoda de quien sólo ve los defectos del otro. Él vive en autoexamen permanente y en proyectos de colaboración. Una buena cosecha son sus Jornadas ArteCómic.
─Quién diría que defenderías como arte lo que no tomabas en serio…
─ Me enamoré del lenguaje de la historieta por dúctil y experimental. Antes la veía como un entretenimiento con muñequitos. Revisando lo contemporáneo y lo clásico me di cuenta de potencia tremenda, casi al nivel del cine, por la posibilidad de manejo del tiempo y del espacio. El cómic atrapa con las imágenes. Es un arte extremadamente dinámico y complejo en su producción.
─Te has inclinado más al perfil de historiador del noveno arte. ¿Ves con esperanza la crítica de la historieta?
─El cómic es una manifestación preterida por las instituciones del arte. El problema de la crítica también pasa por pocos espacios para publicar. Sí hay críticos e investigadores, que no he podido presentar al público camagüeyano. Está Caridad Blanco con un estudio de los años sesenta y los principios de la animación en Cuba. Antonio González publica mucho en El Caimán Barbudo. Rafael Grillo investiga el periodismo hecho en cómic. Hay ejemplos en Holguín y en Santiago de Cuba. Claro, las facultades de Comunicación, Artes y Letras podrían fomentar esa inclinación en la mirada de historiadores del arte, filólogos, periodistas.
─Hace diez años inventaste un evento que pinta a carrera de desgaste, ¿por qué insistes?
─ En esta década la historieta se ha expandido. Ha estado en exploraciones con el teatro, la danza, la música y por supuesto, el cine y la televisión. Ha impuesto la manera de contar hoy en día. El consumidor, público o lector tiene el control total de moverse dentro de una viñeta a otra, de observar. Eso ha hecho al cómic popular y dinámico. Hablando de industria cultural, ha logrado interrelacionar muy bien el aspecto comercial con el aspecto conceptual del arte.
─¿Hasta dónde quieres llegar con las Jornadas ArteCómic?
─Me gustaría que se pareciera a los festivales del mundo, donde confluyen todas las manifestaciones con la báscula orientadora de la artisticidad del medio. El factor comercial, de relacionamiento con el público, de potenciación del producto artístico debe estar en una especie de comicon (como se conocen las convenciones de cómic) pero para eso aquí tienen que alinearse muchos planetas. Vamos a seguir intentándolo.
Si tiene esa idea entre ceja y ceja, saltará cualquier obstáculo. La COVID-19 obligó a una edición en línea de Jornadas ArteCómic, que él logró con un programa extendido e interactivo. Que nadie se asuste si algún día él camina por Camagüey junto al estadounidense Mike Mignola, al español Juan López Fernández (Jan) o al belga Francois Schuiten, historietistas famosos.
Cuando quiso graduarse de la Universidad de Oriente con un estudio sobre cine, no se lo aceptaron. Reorientó el trabajo de diploma a la arquitectura patrimonial camagüeyana con una propuesta de recorrido para turismo cultural. Desde 1995, Alfredo Fuentes es licenciado en Historia del Arte, y un buscapleitos en el circuito del arte y en el ruedo intelectual.
Por Yanetsy León González/ Adelante
Foto: Alberto Santos/Colaborador