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viernes, marzo 21, 2025

Buya a la Feria: El timbiriche literario de Niurki Pérez

La Feria del Libro en Camagüey no solo se escribe en las páginas de los libros, sino también en las singularidades que la habitan. En el Casino Campestre, por ejemplo, el excelente narrador Obdulio Fenelo tiene su mesita permanente como librero de publicaciones raras y viejas. La artesana Carmen Soto, con su proyecto de muñequería, da vida en tela a personajes e historias de la literatura universal. Y este año, en el Pabellón Infantil, podremos encontrar a la extraordinaria escritora Niurki Pérez en modo emprendedora.

Del 13 al 16 de marzo, la Feria del Libro en esta ciudad recibirá nuevamente a Buya, el proyecto artesanal de Niurki Pérez. Con su característico “timbiriche”, un pequeño espacio de exhibición y venta, la autora ofrecerá una selección especial de libros en el espacio ubicado en la tarima central del Casino Campestre durante las mañanas.

Ella contó al periódico Adelante que Buya, con tres años ya, traerá algunas publicaciones de ediciones anteriores, dado que sus tiradas limitadas han generado gran demanda. Sin embargo, la gran novedad es la participación de autores invitados, quienes podrían llevarse una sorpresa, ya que algunos aún no saben que sus libros están listos para salir a la luz.

Entre los títulos que se podrán encontrar están Almanaque Saltimbanqui, de Jesús Zamora, La pelota marinera, de Héctor Leiva y El silencio bullicioso, de Ernesto Adán Téllez. Además, su Níspero regresa ahora junto a la familia de guijes.

Suma “Cuento de horror para gatitos, una nueva belleza dentro del catálogo de Buya. También materiales de apoyo escolar, como un cuaderno de caligrafía y La repasadilla de ortografía. La colección prescolar es muy importante. Con Lamparilla cuentera (de cuentos tradicionales en versos) estoy reafirmando la importancia de la tradición narrativa para los niños”, explicó.

Niurki Pérez destaca que su proyecto marca una diferencia en el panorama editorial cubano. No solo por su carácter artesanal y su independencia, sino también por el significado de su nombre. Mientras que “bulla” remite a algarabía y alboroto, “Buya” proviene de una palabra arauca registrada por fray Bartolomé de las Casas en sus crónicas de Indias. En la lengua originaria de los nativos cubanos, “Buya” significaba “bueno”, mientras que “Mabuya” era “no bueno”, aunque Las Casas lo tradujo como “diablo”.

Por Yanetsy León González/Adelante