Y después de anunciar tanto para el cumpleaños, el Ballet Contemporáneo de Camagüey no dispuso del teatro. Optó por bailar Enreda2, en el parquecito del Teatro Principal, con la luz natural de la tarde de este sábado.

No es la obra soñada por su coreógrafa y directora Lisandra Gómez, que siempre da un peso fuerte al arte de la iluminación.

Sobre el mármol cubierto con linóleo quedaron expuestos en ese tejido de movimientos de una obra hecha, puntada a puntada, para motivar una verdadera comunicación humana.

Aunque no era pieza original para ese espacio público, el performance hizo lucir el entorno urbano y la potencialidad escenográfica del parquecito. La escultura Talía de Aisar Abdalá Jalil Martínez parecía danzar.

Los nueve bailarines en escena y el equipo de la compañía en general merecen nuestra ovación por el esfuerzo intrínseco.

Ellos, ciudadanos como nosotros, padecen la situación de crisis en que vivimos: sin corriente eléctrica desde la madrugada hasta parte de la noche.

Para Enreda2 hizo la música original el jovencito Adrián Cancino Rossell. Es la cuarta colaboración con la compañía. Esta vez exploró el latin jazz.

No cuesta imaginar las condiciones en que montaron y ensayaron. Nosotros, sin mover un dedo, andamos casi derretidos por el calor casi extremo. ¿Qué marcará la sensación térmica en el cuerpo de un bailarín?

Pero ayer, a las 7:00 p.m., había sombra y airecito en ese lugar. Varias personas acompañaron aquel suceso, ese punto de luz que no cede al apagón cultural.

No podemos conformarnos con esta alternativa. En otros momentos, no lejanos, también de crisis con los portadores energéticos, se ha encendido el teatro.

Esperemos que pronto el Ballet Contemporáneo de Camagüey pueda ofrecer el programa con invitados incluidos, que nos hacía tanta ilusión. Cumplirá 22 años el próximo 23 de mayo.

Por Yanetsy León González/Adelante

Foto: Argel Ernesto González