Portal Cultural de Camagüey

viernes, octubre 18, 2024

Una mañana indescriptible

Decía Víctor Hugo, el francés, que resultaba adorable cuando la gracia se combinaba con las arrugas: «Hay un amanecer indescriptible en la vejez feliz”. Así, indescriptible y feliz, fue la apertura de la exposición Otra bella cubana, de Luisa Morell Cabrera.

Llegó Nazario Salazar y se puso a dibujar. Nunca lo había visto con esa espontaneidad, con las ganas de mostrar en público ese acto íntimo en el que hace brotar de la cartulina un vuelo de libélula. Es un privilegio, un deleite.

Al rato estaba Eneida Sosa Cardoso dispuesta a cantar a capela, porque ya le había fallado un guitarrista. Habló con un amigo y este venía camino de Minas. A él le gusta acompañarla, y a ella le encanta cómo él le adivina la canción. Ese amigo es el poeta Héctor Peláez. Y llegó.

Nos faltaba el escritor Jesús Zamora a quien le habían encargado algo que sabe hacer muy bien: dar el abrazo a un artista a través de la poesía. Sus versos a la invitada eran una sorpresa publicada como una postal. De eso nada más sabían Alejandro Bonet Piñón, porque la diseñó; y Omar Carmenates, el hijo de Luisa, porque la imprimió junto al modesto catálogo. También llegó impulsado por su mamá, María Antonia, una mujer grandiosa.

Completo el elenco, comenzamos para un público especial como las abuelitas del círculo Alegrías de vivir, con quienes Luisa desarrolla una peña literaria cada mes. También especial es el colectivo del periódico que desde el 2005 convirtió el área de entrada al inmueble en el espacio galerístico Nicolás Guillén.

Las aperturas de exposiciones nos entusiasman siempre, pero este año desde enero, cuando Adelante cumplió 65, ya no imaginamos una inauguración que no sea como una peña familiar. Para ese potencial solo podía tener ojos Nazario, el artista con que recibimos en nuestra galería el 2024. Aquella mañana se apareció Zamora con su poema de abrazo a Nazario y al periódico al mismo tiempo. Nos cantó Antonio Batista Sánchez.

Ahora, con la muestra de Luisa Morell Cabrera, nos acabamos de convencer de la peña. Ni siquiera la hemos nombrado ni hemos fijado la frecuencia, pero aspiramos a que cada edición sea una fiesta de la creatividad, de oportunidades, participación social, detalles para la calidad de vida y el bienestar.

DE LA EXPO OTRA BELLA CUBANA

Dentro de unos meses, Luisa Morell Cabrera cumplirá 87 años. Es una mujer sorprendente, con una vida llena de matices y de hazañas.

Se ha preocupado por su formación, tanto que aún está pendiente de cursos y talleres porque anda como una modesta aprendiz.

Hace poco presentó una ponencia sobre un proyecto con embarazadas, a quienes en Najasa enseñó a bordar y a hacer la canastilla.

Nació en la ciudad de Camagüey el 22 de agosto de 1937 pero se identifica como una najasense. Llegó a aquel territorio como alfabetizadora y durante muchos años radicó allá.

Diseñadora gráfica de oficio, promotora cultural y escritora de testimonios. Su investigación sobre la historia del circo en Camagüey fue uno de los primeros libros publicados por la Editorial Ácana.

Hace un tiempo ella asomó en el periódico Adelante como anfitriona de la peña literaria No hay hoy sin ayer, con un círculo de abuelos en la calle Alegría, de la ciudad.

En aquella edición publicamos su fotografía de 1958, donde lleva el uniforme de luchadora de la clandestinidad, porque perteneció a la célula Noel Fernández.

Luisa suele ponerse retos, por ejemplo, durante la pandemia de COVID incursionó en la caricatura. También hace artesanía con materiales reciclados.

Como andamos bajo el signo del Día de Las Madres, la invitamos a nuestro espacio galerístico para mostrar otra de sus maneras creativas.

Otra bella cubana titulamos la exposición de retratos, hechos con tempera y acuarela sobre cartulina y otros elementos. Entre las piezas seleccionadas están los primeros rostros que se atrevió a pintar. Hay siluetas de mujer. Todas fueron realizadas en el 2023.

Madre de dos hijos, abuela de cuatro nietos y bisabuela de otros cuatro niños.

Agradecemos su gentileza para con el periódico al permitir este abrazo a la ejemplaridad de su vida, a la grandeza de su obra.

Ella encarna lo que atribuyó a otras mujeres en el título de una de las series representadas en este conjunto.

Porque Luisa Morell Cabrera también es una flor para amar, una estrella para mirar y un corazón para resistir.

Por Yanetsy León González/Adelante

Foto: Alejandro Rodríguez Rodríguez/ Adelante