Portal Cultural de Camagüey

jueves, noviembre 21, 2024

En la casa de la Uneac

Muchos de los invitados de la Feria del Libro en Camagüey son miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Y si bien, dondequiera que se les vea y se les lea, con ellos y en ellos anda la Uneac, esa presencia resulta más notable cuando la mesa de diálogo es servida en la casa.

Con mayor o menor éxito, en el diseño del programa general del evento cada año tienen en cuenta la sede de la organización como parte de una ruta colateral, aunque en la actualidad lleva el tono del protagonismo, acentuado por la dedicatoria a dos de sus personalidades.

Camagüey quiso consentir esta vez durante la Feria a Juan Antonio García Borrero, ensayista, investigador y entusiasta del uso creativo de las tecnologías para la gestión cultural; y a Sergio Morales Vera, poeta, narrador, periodista y compositor de canciones.

En la Uneac, para cada uno fue pensado un conversatorio que en ambos casos resaltó las virtudes personales y de la obra, con énfasis en los proyectos asumidos sin el cálculo del provecho individual, ni con esa enfermedad en ascenso de vanidades que desestiman todo impulso verdadero al bienestar colectivo.

Sin apologías pero con afecto fue puesto en valor el enorme perfil de Juani, un hombre brillante que ahora mismo es el referente mayor de intelectual activo desde aquí en el Camagüey de hoy. No fue diferente el reconocimiento a Sergio, por su medio siglo apegado al arte de la escritura, de los cuales lleva dieciséis con el encargo de un servicio público añadido, presidir el comité provincial de la Uneac.

El fin inmediato y último de la palabra y de la acción de Juani y de Sergio está en la esperanza de vida de los demás, los suyos del gremio sentipensante, y los habitantes de esta nación. Por eso, con terquedad erigen Camagüey como epicentro cultural descentralizador.

Con la Feria ha habido más de un pretexto para visitar la casona de la calle Cisneros por los guiños a Brasil, las lecturas, la promoción de publicaciones y el reencuentro. Una organización debe acompañar a sus miembros. Esta no pone la condición de volver con un libro nuevo para merecer el espacio, porque sus escritores y sus artistas necesitan saber y sentir que existen para la Uneac.

Por Yanetsy León González/Adelante

Foto: Centro del Libro de Camagüey