María Victoria Rodríguez Sosa confesó haber bebido agua de tinajón, y quizás, por esa estancia en la urbe que pronostica tal acto de acuerdo con el imaginario popular, regresa la intérprete y compositora a Camagüey, pero lo cierto es que aquí tiene no pocos seguidores.

Un público inteligente y aplaudidor, como ella suele decir en sus presentaciones, la recibió en la Casa de la Trova Patricio Ballagas para disfrutar de la versatilidad de la llamada Voz de oro de la música campesina, aunque en realidad su desempeño artístico va más allá de ese género.

Rodríguez Sosa, quien también ha sido nombrada, sobre todo fuera de Cuba, como heredera de Celina González, recordó el noveno aniversario de la partida física, el pasado 4 de febrero, de la Reina de la música campesina, cuyo legado se empeña en mantener y defender, para bien de Cuba.

Ante los asistentes también ofrecieron su arte los solistas Yaneisy Fonseca Velazco y Yaroldi Sabó Capdesuñer, el Dúo Voces, el bolerista Simón Roberto y la agrupación Soneros de Camacho, todos bajo la dirección artística de Yuri del Río.

La Casa de la Trova ofrece desde el pasado 2 de febrero y hasta mañana 7 una variada programación entre las 4:00 de la tarde y la medianoche, como parte de los festejos por la Semana de la Cultura Camagüeyana.

A las celebraciones se suma María Victoria Rodríguez, quien festeja los 510 años de la otrora villa de Santa María del Puerto del Príncipe, tierra en la que, confesó, bebió agua de tinajón para, como presagia la voz popular, quedar arraigada a una urbe que la acoge en otros momentos del año en eventos como el Guateque de la Llanura y el Festival Internacional Camagua Folk Dance.

Texto y foto: Juan Mendoza Medina/ Radio Cadena Agramonte