Para el periódico Adelante cada enero marca doblemente el tiempo de amanecer. Ponemos en órbita las metas para el pequeño e invariable ciclo del año nuevo. A la vista, el desafío de marcar la diferencia en la gran trayectoria de este medio. Lograrlo llevará esfuerzo y pasión para contar la verdad. También dependerá de la capacidad para rodearnos de quienes son mejores que nosotros. Por eso, nos llena de regocijo la buena compañía en el despertar del 2024, porque nuestra alborada ya tiene nombre. Es Nazario Salazar.

Artista de la plástica y camagüeyano entrañable. Quiere celebrar los 65 años de Adelante con la muestra personal Canto del viento, dedicada a la naturaleza como fuente inspiradora de José Martí, y ambos, la naturaleza y Martí en la motivación de Nazario. Eligió obras de las colecciones Rostro de sol y Monte soy, de fotografía digital intervenida, y además piezas de cerámica.

A través de su propuesta en el espacio galerístico alternativo Nicolás Guillén escuchamos la sinfonía de las hojas, sentimos la sensación de la brisa para los duendes de cada estación convertida en arte. El sentido de la huella ecológica nos conecta de manera particular porque los hacedores de las páginas del Adelante escribimos sobre la memoria de un cuerpo que antes fue árbol. Eso entraña el ineludible compromiso de sembrar en el papel para cosechar la utilidad y la virtud.

La exposición nos permite celebrar la vida de un artista sin el que no se podrían contar las historias de Adelante. Nazario está en todas partes. Ha sido lector y colaborador. Hemos publicado textos suyos y ha estado protagonizando momentos hermosos y únicos de las artes plásticas del Camagüey. Nos acompaña en instantes portentosos para el alma como la apertura de esta exposición, pero de manera constante y silenciosa ha estado sentado a nuestra mesa para engrandecer de manera cotidiana el menú de cada día. En 1985 hizo los primeros murales calados y esgrafiados. Por si alguien no lo sabe, las obras que ambientan el comedor del periódico desde la antigua sede en el poligráfico del reparto Jayamá son un regalo de Nazario.

Por tanto, Canto del viento empieza como muestra en el vestíbulo pero apreciaremos su magnitud si emprendemos un viaje a través del tiempo en los espacios de periódico. La única condición es el latir martiano. La imaginación y el valor con que se ha modelado a sí mismo ensanchan los motivos de nuestro afecto. Aprovechamos para elogiar sus 83 años de edad, y aspirar desde los 65 de Adelante a ser al menos la mitad de creativos, originales y auténticos que él. Podemos destacar más, brindarnos para celebrar este mismo mes los 15 del Proyecto Colibrí, pero basta con agradecer el cariño por hacernos sentir que el Adelante significa el amanecer para muchas personas, que nuestro periódico también puede ser cada vez que quiera la alborada de Nazario.

Por Yanetsy León González/Adelante