Un libro esencial, que enseña a nuestros jóvenes los valores extraordinarios que se deben seguir, sin imponérsele con retóricas o con métodos de un didactismo pacato es, sin dudas, el titulado Panchito Gómez Toro lealtad probada del investigador Abelardo H. Padrón Valdés.

Publicado por la Casa Editora Abril, esta segunda edición del año 2021, va en busca de un hombre joven que supo asumir su rol ante las problemáticas de su patria a fines del siglo XIX. Y es que a partir de manuscritos originales bien observados y consultados, se persigue alcanzar un profundo acercamiento a Panchito, cuyo desenvolvimiento estuvo matizado por las coyunturas propias de la juventud y la ejemplaridad captada de tres hombres que lo marcaron profundamente para siempre, su padre Máximo Gómez, Antonio Maceo y José Martí.

Por todo ello, este texto revela luz acerca de una vida agitada, pero posee, además, otras virtudes en lo que respecta al texto como tal, y es la organicidad del material teniendo en cuenta las ideas del autor, que posee una sólida trayectoria en estos menesteres investigativos gracias a sus estudios y aportes historiográficos hechos con anterioridad sobre José Maceo, Flor Crombet, Guillermo Moncada, Juan Bruno Zayas y Quintín Banderas, que lo distinguen entonces no solo por el recuento de esas biografías y lo que nos enseña en ellas, amén de lo bien escritas que están, sino por reconstituir los valores que animaban a los historiados, aspecto que no puede pasar inadvertido.

El libro dedicado a Panchito, está dividido en cinco capítulos, con anexos esenciales para salvar nuestra historia; así como pliegos de fotografías, lo que hacen de estas 316 páginas denoten la impronta de un joven cuya evolución social, político y militar lo llevó a obtener una magnífica conducta evidenciada no solo con quienes colaboró, pero sí muy particularmente con el Titán de Bronce en la gesta del ’95. De ahí que también, y sobre todo, en estas páginas se aprecia la responsabilidad en cuanto a su trayectoria patriótica y el grado de sacrificio mostrado en el momento tan singular como querer morir al lado de ese baluarte de independencia que fue Antonio Maceo.

Por Jorge Santos Caballero. Escritor