El pianista mexicano Martín Camacho culminó hoy un intercambio pedagógico y artístico en el Conservatorio de Música José White, en esta ciudad, a la que vino por primera vez en marzo como invitado de la Orquesta Sinfónica de Camagüey.

Originalmente el regreso también estaba vinculado al director australiano Lee Bracegirdle para interpretar una pieza en el segmento del concierto por los 150 años del natalicio de Serguéi Rajmáninov, pero ahora no disponían de piano.

“Como las condiciones no se presentaron en este momento, decidimos en una coordinación con la Orquesta para clases y la comunicación con maestros y estudiantes. Ha sido una labor muy productiva, muy bella”, declaró a la prensa.

Martín Camacho siempre cuenta con orgullo su condición de graduado de la Universidad de las Artes en La Habana, donde estudió durante cinco años y justiprecia el sistema de enseñanza que le formó.

“Los maestros están haciendo una labor extraordinaria. Los estudiantes también están dedicándose de una manera muy importante al instrumento. Noté en los muchachos y en los maestros una dedicación muy grande, seriedad en la preparación, una solidez que ha caracterizado la escuela de música cubana en general, desde hace muchas décadas”, enfatizó.

En la mañana de este jueves, en una de las aulas abrió solo el concierto con Balada mexicana, de Manuel M. Ponce, y siguió con cinco danzas cubanas, de Mario Ruiz Armengol. Luego, invitó para la suite de cierre a la flautista Laritza Cruz, al contrabajista Eduardo Campos y al baterista Yosbel Veloz.

El prestigioso músico, ganador de importante concursos en México, Cuba y Estados Unidos, insistió: “Estoy muy complacido por lo que escuché de los muchachos y de la misma manera con los músicos que tuve la oportunidad de tocar aquí, que ya son muestra de la escuela de música cubana, que son extraordinarios músicos y ha sido un placer tocar con ellos”.

Si bien calificó de “un privilegio, un honor, algo extraordinario” la posibilidad de tocar con la Sinfónica, no resta importancia al contacto con los estudiantes y los docentes: “La formación de las nuevas generaciones implica pasar la estafeta de los conocimientos para que sigan su camino artístico; y compartir lo que hago en otro contexto, cuando toco solo y con música de cámara”.

Martín Camacho concluyó con su elogio a Camagüey:

“Es una ciudad extraordinariamente importante en el campo de la cultura, al lado de La Habana, al lado de Santiago. Creo que son tres de los puntos culturales más importantes en la música en Cuba, entonces venir aquí es un enriquecimiento para nosotros”.

Por Yanetsy León González/Adelante

Foto: Leandro Pérez Pérez/Adelante