Invita a curso de verano la Unión de Informáticos en Camagüey
Camagüey- Con propósito el promover soluciones de manera articulada y sostenible en la sociedad, se impartirá el curso Participación ciudadana en la innovación, coordinado por la Unión de Informáticos de Cuba (UIC) y la Sociedad Cultural José Martí (Scjm), filiales provinciales, desde la Casa de la Memoria, cita en la calle Pobres, esquina Triana.
Detalló el presidente de la UIC, Reynaldo Alonso Reyes, que quienes lo matriculen recibirán conocimientos para “actuar en función de un proceso de innovación abierta, de cocreación con las instituciones y también ayudar a buscar variantes a una situación específica”.
Según el especialista, los encuentros se desarrollarán los miércoles tres y el diez, del próximo mes, con una duración de tres horas y tendrá actividades no presenciales.
“Concluiremos con una actividad práctica desde el laboratorio de innovación de la sede de la UIC, con el propósito de mostrar cómo los ciudadanos pueden contribuir con sus ideas, a desafíos como el que enfrenta nuestra entidad junto al Callejón de los Milagros, para transformar el paseo temático de los cines en una calle digital o inteligente”.
Aclaró Alonso Reyes que el curso facilitará herramientas y métodos en cualquier ámbito de la sociedad, donde quiera que haya un proceso de innovación, y que los interesados en recibirlo podrán presentarse en la Casa de la Memoria, como máximo plazo hasta el propio día de su comienzo.
La UIC, desarrolla y lidera un proyecto de cooperación internacional, llamado Innovación para la Transformación Digital en el Sector de la Cultura, financiado por la Unión Europea y la Fundación Tecnalia, de España, que se materializa en las provincias de Las Tunas, Cienfuegos, Mayabeque, Pinar del Río y en este territorio, que cuenta además con un laboratorio de innovación ciudadana.
En ese espacio se trabaja el componente experimental, las labores en equipo, la identificación de problemas locales, la cocreación y la participación directa del ciudadano en la solución, se comparten visiones comunes, se establecen cursos de preparación y las instituciones pueden solicitarle servicios para madurar innovaciones, por ejemplo, en el sector artístico y literario, donde se han adaptado a las tecnologías en su proceso de gestión, de promoción y de elaboración cultural.
Por Yang Fernández Madruga/Adelante