“Abordar el otro Guillén” fue el objetivo de Olga García Yero y Luis Álvarez Álvarez en sus conferencias dedicadas a los 120 años del natalicio de un camagüeyano universal. En el Museo San Juan de Dios señalaron la tendencia a etiquetar de negrista su obra, cuando solo escribió con esos tonos Motivos de son. Todo lo demás es poesía social, de urgencia y lucha por la dignidad de las personas.

También advirtieron la manipulación de que ha sido objeto para campañas en contra del racismo y la discriminación, más cercanas a moldes foráneos. “Cada país tiene sus modos específicos de discriminación”, insistió Luis al explicar que “las manifestaciones de discriminación en la Cuba de la Revolución no son del discurso político legal, sino del popular; claro, es más difícil eliminar la mentalidad a nivel del lenguaje cotidiano”.

Olga resaltó su humanismo desde la forja de su cultura en las conversaciones con el padre, el padrino, la biblioteca familiar, y recomendó reflexionar sobre su pensamiento: “Muchas veces hablamos de Nicolás Guillén de una forma festinada”.

Luego enfatizó: “En este lado del mundo, en las islas se reinventan las historias. No podemos asumir las historias de los otros. Nuestro Caribe es una manera de identificar, ajustar, salvar y hacer nuestra la historia de la cultura”.

Por su parte, él lo retrató como antecesor de los estudios subalternos y pos-coloniales, y enfatizó: “Guillén está vivo, no el poeta del bongó sino el intelectual revolucionario, el humanista”.

Por Yanetsy León González/ Adelante

Foto: De la autora