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domingo, noviembre 24, 2024

Listo para sus lectores El Camagüey en Martí

El Camagüey en Martí, un libro muy esperado con la firma de Luis Álvarez Álvarez, a quien se dedica la Feria del Libro prevista aquí del 19 al 22 de mayo, será presentado el domingo en el parque Casino Campestre, de esta ciudad.

La Editorial Ácana reeditó una versión corregida y aumentada del texto inicial, hecho junto al historiador Gustavo Sed Nieves (1942-2002) y publicado en 1997 por la Editorial Letras Cubana en coedición con el Instituto de Investigación Cultural Juan Marinello.

En su vasta obra, José Martí mencionó a más de 110 camagüeyanos, y aunque nunca visitó el territorio fue un conocedor de la región por el vínculo con personas oriundas de acá como la madre de su amigo Fermín Valdés Domínguez y el periodista José de Armas y Céspedes.

El Premio Nacional de Literatura 2017 ha dicho que “Martí parecía predestinado a sus vínculos con Camagüey”, y ha ejemplificado acerca de su confianza en las manos, el talento y la vocación de camagüeyanos, como un dentista, un médico y Enrique José Varona, a quien dejó al frente del periódico Patria al venir a Cuba en 1895 para la Guerra Necesaria.

Ahora, El Camagüey en Martí sale con una obra de Flora Fong en la cubierta y por la Colección Pórtico, confiada por Ácana a obras de interés para la Asociación Hermanos Saíz (AHS), que implica la oportunidad para la promoción de nuevos autores y de sus referentes intelectuales y creativos.

Luis Álvarez Álvarez es la única persona en Camagüey con la distinción Maestro de Juventudes, principal reconocimiento de la organización a nivel nacional; de ahí la voluntad para presentar su libro el 22 de mayo a las 2:00 p.m. en la Carpa de la Reina, la sede de la AHS en la feria.

Evelin Queipo Balbuena, escritora y directora de Ácana ha considerado “de gran interés tanto para los estudiosos martianos como para un público general que podrá advertir, a través de estas páginas, el profundo sentimiento de admiración que sintió Martí por Camagüey”.

Hizo esa afirmación en el número 15 del boletín especial Alero, una publicación del Centro Provincial del Libro y la Literatura que en enero del 2021 compartió fragmentos del texto como adelanto para los lectores:

José Martí nunca visitó Puerto Príncipe ni ninguna de las zonas que entonces componían la vasta región camagüeyana; sin embargo, dos factores principales de su vida lo vinculan entrañablemente con esta parte de la Isla. Ante todo, su matrimonio con Carmen Zayas-Bazán e Hidalgo, necesariamente lo aproximó, de una manera cuyas consecuencias no es fácil aquilatar hoy día, al Camagüey; es posible suponer que durante el período de concordia con su pareja, haya podido conocer, aunque fuera de manera indirecta, peculiaridades de la idiosincrasia y las costumbres principeñas, así como a personas oriundas de Puerto Príncipe, entre las que, desde luego, hay que contar a su propio suegro, Francisco Zayas-Bazán y a su cuñada Rosa […]. En segundo lugar, su profunda vocación patriótica y su quehacer político lo llevaron a indagar acerca de una región que era, simultáneamente, escenario del pasado glorioso donde se había distinguido, de modo impar, el mayor Ignacio Agramonte, y sede de muchos pasajes heroicos de la Guerra de los Diez Años; mientras que, en una perspectiva de presente y de futuro, el Camagüey constituía una de las provincias en las que la guerra necesaria que Martí prepararía, debía encontrar un sólido apoyo revolucionario.

[…]

Es más que problemático hoy llegar a saber con exactitud cómo y a través de qué persona tomó contacto Martí por primera vez con Puerto Príncipe, es decir, quién fue el primer camagüeyano que conoció, cuál fue la primera impresión que se formó de esa región de su país. No obstante la dificultad casi insuperable para, incluso, adelantar una hipótesis, sí es posible hacer algunas inferencias a partir de lo que se sabe actualmente acerca del círculo de personas que rodeaba al futuro prohombre. Por ejemplo, en el texto que en 1891 consagra a evocar a Rafael María Mendive, Martí refiere, hablando de su entrañable maestro: «¿No recuerdo yo aquellas noches de la calle del Prado, cuando el colegio que llamó San Pablo él porque la Luz había llamado al suyo el Salvador?; José de Armas y Céspedes, huyendo de la policía española, estaba escondido en el cuarto mismo de Rafael Mendive».[1]

De modo que, en fecha muy temprana, no sólo tuvo noticias de un relevante intelectual principeño como José de Armas y Céspedes, sino que, además, este debió de resultar, para su perspectiva adolescente, una figura nimbada por el doble prestigio de su renombre como periodista y escritor, y de su amistad con el maestro muy amado.

[…]

Camagüey en la órbita martiana aparece en un texto tan temprano y tan intenso como El presidio político en Cuba; allí es mencionado el primer camagüeyano en el corpus general de Martí. Se trata, en efecto, del negro Juan de Dios Socarrás, uno de los más patéticos seres evocados en el célebre opúsculo. A través de este hombre se desliza un primer panorama de la zona principeña y, en ella, el Camagüey asume su proverbial impronta aristocrática y patriarcal.

Por Yanetsy León González /Adelante

Foto: Alejandro Rodríguez Leiva / Adelante