Crisol del teatrista
El abrazo de la foto con su indudable eco social ahora mismo es imposible. Hoy debieron celebrar su día nacional con las funciones en la mente, el fantasma de personajes y la sensación de los aplausos. Los teatros están cerrados. Su gente ha tenido que regresar a casa para afrontar el ciclo de una espera desesperante.
En Cuba coexisten dos pandemias. La primera se debe a la enfermedad de la COVID-19, que ha de sentirse amenazada por las cuatro vacunas en proceso. Sin embargo, no cuaja el remedio contra la indolencia, tan bien definida en el diccionario como incapacidad de conmoverse o sentirse afectado por algo.
Aquí, más de una fecha histórica representa la toma de conciencia y el compromiso mayor con el destino de la patria. Para las artes escénicas está en la efeméride del 22 de enero de 1869, por la masacre de espectadores en el teatro habanero Villanueva. Desde entonces, denuncia, complicidad y abrazo se funden en el crisol del teatrista cubano. Felicitaciones en su día, a pesar de todo.
Por Yanetsy León González/ Adelante
Foto: Alejandro Rodríguez Leyva/ Adelante