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domingo, noviembre 24, 2024

Patricio Ballagas Palacio

Patricio Ballagas Palacio nació en el viejo Puerto Príncipe, el 17 de marzo de 1879, hace ahora 130 años, en la Calle Honda, número 24, antes llamada San Pedro Arcángel.Sus padres, Fabián y Julia, le procuraron dentro de las limitaciones que imponía la sociedad a los negros, una infancia desahogada y su tía Petrona, se ocupó de que el niño estudiara música mientras era aprendiz de carpintero.

Desde muy joven, Patricio se siente atraído por las luchas independentistas y a los  19 años de edad, se incorpora como soldado al Regimiento de Infantería Gómez, del Tercer Cuerpo del Ejército Libertador. Al terminar la Guerra de 1895, renuncia a la gratificación que le corresponde como combatiente y se mantiene en su natal Camagüey, donde desempeña diversos oficios, sin abandonar la guitarra.  Fueron sus compañeros de trova en aquellos tiempos, Armando Recio y Regino Velazco.

Como otros grandes de la música, Patricio viaja a la capital del país en 1916. Necesita dar a conocer su obra en otros escenarios.  Ya en La Habana estaban Sindo Garay, Manuel Corona, Rosendo Ruiz y Alberto Villalón.

La canción popular habría de desarrollarse extraordinariamente con la llegada a la capital de esos trovadores, quienes procuraban una vida mejor.

Las dotes del negro trovador

Patricio Ballagas fue un trovador singular, magnífico ejecutante del contrabajo, el cornetín, el trombón, la flauta, la guitarra y otros instrumentos.

La versatilidad de su repertorio, tanto de música culta como popular, al rasgar con maestría las cuerdas de su guitarra, y la expresión armónica de primos y segundos en dos flautas, constituye el pedestal de su estatura musical polifacética.

A diferencia de la inmensa mayoría de los compositores de esa época, que hacían sus piezas en compás de 2×4,  él que tenía conocimientos de técnica musical, lo hacía en forma de compasillo, es decir, en compás de 4×4, para conseguir obras esencialmente rítmicas, que lo distinguen.

Pero, el mayor aporte del camagüeyano está en la disposición de la lírica de sus  canciones.  Patricio solía usar el doble texto y la melodía superpuesta al canto protagonista que realizaba la voz segunda. Este contracanto o contrapunto es una invención de él,  que luego fue  tomada por sus amigos, con quienes compartía cada domingo en la casa de Ramoncito García,  en la barriada habanera de Jesús María…

Con esa forma contrapuntística consigue que la voz segunda deje de ser un mero adorno para la voz prima, y así le confiere individualidad, tanto armónica como melódicamente.

Ballagas forma dúo,-hasta sus últimos días de vida- con Alejandro Montalbán. Fue también integrante del Cuarteto Nano, en el que  estuvieron Bienvenido León, Ramón León y Tirso Díaz —padre de Angelito Díaz uno de los iniciadores del  feeling.

Es muy probable que muchas de sus composiciones ya estén definitivamente perdidas, y la mayoría de ellas prácticamente olvidadas, porque durante muchos años sólo fueron defendidas por la tradición oral trovadoresca; aunque otras, por fortuna, fueron grabadas, por María Teresa Vera a dúo con  Lorenzo Hierrezuelo.

En el repertorio de más de 60 canciones, quizás la más conocida es,  La Timidez, estrenada en 1914, dedicada a la joven camagüeyana Blanca Rosa Miró;  aunque también se escucharon: Te vi como las flores,  cantada por primera vez el día de su muerte,  el 15 de febrero de 1920, y que a partir de entonces fuera titulada por sus amigos, Adiós a la vida.

Patricio Ballagas, negro y pobre, aunque también destacado maestro de trovadores; sin embargo, los libros, antologías y estudios sobre la música popular cubana apenas lo mencionan con las fechas de nacimiento y muerte, y los títulos de algunas de sus canciones, ¿por qué olvidado y relegado?.

Se suelen destacar los nombres de Sindo Garay, Manuel Corona, Alberto Villalón y Rosendo Ruiz; a quienes se les enmarcó en el círculo de gloria, bajo la denominación de «Los cuatro grandes de la trova cubana».

Pero, ¿por qué Patricio Ballagas no se integra a ese grupo, por qué son llamados las cuatro puntas de la estrella?  Y, ¿no es Patricio Ballagas la quinta punta? ¿Por qué Patricio Ballagas no ocupa el lugar que le corresponde?

Ellos, sin dudas, son efectivamente grandes, pero no los únicos. La bruma del olvido, con el paso del tiempo, tiende a desdibujar la figura de Patricio Ballagas. Otra vez volveremos sobre el tema, para rescatar nuestro patrimonio cultural, que apenas recuerda a este insigne camagüeyano con el nombre de la Casa de la Trova de su ciudad natal.

Artículo: Patricio Ballagas, ¿la quinta punta de la estrella?, Autor: Miozotis Favelo Pinares / Radio Rebelde Digital