Gonzalo Aróstegui del Castillo
Nació en Puerto Príncipe (actual ciudad de Camagüey perteneciente a la provincia del mismo nombre), Cuba, 27 de junio de 1859, y falleció en La Habana (actual ciudad del mismo nombre perteneciente a la provincia Ciudad de la Habana), Cuba, el 18 de noviembre de 1940.Médico. Destacado integrante del movimiento científico en Cuba.
Realizó sus primeros estudios en su ciudad natal, Puerto Príncipe, y a los 9 años ingresa en el Instituto de Segunda Enseñanza para cursar el Bachillerato. Al comenzar la Guerra de 1868 y tras la clausura de dicho Instituto, se incorporó al Colegio San Francisco de los Padres Escolapios. Concluyó el Bachillerato en el Seminario San Carlos, al que asistió como alumno externo, graduándose en el Instituto de La Habana.
Ingresó en la Real Universidad de La Habana para cursar los estudios de Medicina, hasta que en el 4o año de la carrera se trasladó a España para continuarlos en la Universidad de Madrid, concluyéndolos finalmente a la edad de 22 años, el día 29 de diciembre de 1881. Viajó posteriormente a París, con el objetivo de profundizar sus conocimientos en la Universidad de la Sorbona; durante dos años realizó prácticas en el Hospital Dieu y en diferentes centros médicos.
Más tarde se trasladó a los Estados Unidos, y en Nueva York entró en contacto con los sistemas y métodos empleados en ese país, donde visitó las Clínicas Infantiles de Jacobij, Holt, Kerley, Caillé, y otras en el Post-Graduate así como en el New York Policlinic. Posteriormente regresó a Madrid para iniciar su carrera facultativa en Medicina General y Psiquiatría. Sólo más tarde es que comenzará su dedicación a la Pediatría.
Ya en Cuba, a la altura de 1886, fue nombrado Médico de la Casa de Beneficencia, labor que desempeñó durante 45 años, llegando a ser el único facultativo y médico visitador de esa institución, la cual simultaneó con la atención facultativa al Colegio La Inmaculada y al Asilo de Ancianos Desamparados. Fue considerado un gran clínico por su poder de observación y su perspicacia para el diagnóstico.
Perteneció a la Sociedad de Estudios Clínicos, a la cual presentó su primera comunicación el 23 de mayo de 1890, referida al Estado mental de los epilépticos, labor que mantuvo durante años, como testimonia su contribución consistente en una técnica sencilla y original para resolver algunos casos de Cuerpos extraños en las fosas nasales, que fuera presentada el 30 de noviembre de 1935.
El 1º de julio de 1894 ingresó como Académico de Número de la Sección de Medicina, en la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, tras exponer su trabajo titulado: Condiciones de la producción médica en Cuba. Desde el 17 de diciembre de ese propio año, hasta el 26 de enero de 1896, fue Director de los Anales de dicha corporación, así como Bibliotecario de ésta entre el 22 de marzo de 1903 y el 28 de abril de 1905. El 11 de mayo de 1923 fue nombrado Director de la Sección de Medicina, Odontología y Veterinaria, responsabilidad que desempeñó hasta su deceso.
En su calidad de Académico, fue designado para representar a la institución en múltiples ocasiones, tales como: el entierro de los restos de Federico Capdevila (1903); la Comisión Nacional de Cooperación Intelectual (1939); la Comisión para estimular la lucha antinarcomana (1935), entre otras. De igual forma, le fue encargado pronunciar los discursos científicos en conmemoraciones especiales, como el aniversario de la fundación de la Real Academia de La Habana, el 19 de mayo de 1904, y la sesión de homenaje al Académico de Mérito y Secretario de la Academia, Dr. Luis Montané, con motivo del primer aniversario de su fallecimiento, en 1938, por sólo citar dos ejemplos.
Por su prestigio y capacidad profesional, formó parte de los Tribunales de oposiciones para aspirantes a Cátedras de diversas instituciones docentes tales como: la Escuela Normal para Maestras de La Habana (1917); la Escuela Normal de Pinar del Río (1922); la Escuela Normal de Matanzas (1923); la Escuela Normal de Camagüey (1925); así como las Escuelas de Medicina y Farmacia (1924) y la de Letras y Filosofía (1930) de la Universidad de La Habana, entre otras. De igual forma, y designado por la Academia de Ciencias de la Habana, formó parte de los Jurados constituidos en los años 1938 y 1939, para juzgar las obras presentadas al Premio Nacional de Literatura, convocado por la Dirección de Cultura de la Secretaría de Educación.
Nombrado Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes, en 1919 se dio a la tarea de fundar los Institutos de Camagüey y Matanzas, lo cual le valió los reconocimientos de «Hijo Predilecto de Camagüey» e «Hijo Adoptivo» de Matanzas. En cumplimiento de estas funciones, asistió en representación del gobierno a la sesión conmemorativa por el 160º aniversario de la fundación de la Academia de Ciencias de La Habana, el 19 de mayo de 1921.
Entre las múltiples instituciones y sociedades a las cuales perteneció, fue uno de los fundadores de la Junta Superior de Sanidad, por designación del Presidente Tomás Estrada Palma; fundador de la Sociedad Cubana de Pediatría; miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País; Presidente de la Liga contra la Tuberculosis; Vocal del Ateneo de México; Vocal del Instituto de Asistencia y Prevención Social; Vocal y Presidente del Consejo Escolar de La Habana y de la Junta de Educación de La Habana. Fue, además, Cónsul de Brasil por espacio de casi 30 años.
Como Presidente de la Asociación de Escritores y Artistas Americanos, cooperó en la edición de obras como: la de Gonzalo de Quesada; la de los once volúmenes de José Martí; la de Rafael Montoro en su homenaje; la del primer tomo de versos de la poetisa Emilia Bernal; la de las obras de Vidal Morales; así como en la revisión de diferentes artículos de Enrique Piñeyro, publicados en El Fígaro. A su muerte, la Asociación decretó un duelo de 3 días en sus dependencias y suspendió por ese espacio de tiempo todas las actividades previstas.
Colaboró en periódicos políticos de Camagüey y La Habana, tales como La Luz, El Pueblo, El Camagüey, Nuevo Mundo, la Revista Cubana, El Triunfo, El País, el Diario de la Marina y El Mundo. Fue además redactor y colaborador de la Revista de Ciencias Médicas, del Progreso Médico, de Vida Nueva y de la Revista de Medicina y Cirugía de la Habana. Realizó también traducciones de obras del inglés, francés, italiano y portugués. Entres sus principales condecoraciones figuraban: la Medalla de Instrucción Pública de Venezuela y la Cruz Roja de Brasil.
Tomado de Internet.